Democratizar es la deuda pendiente.

Finaliza el año y el anti -estatuaria elección de rector tiene fecha el lunes 14 de Diciembre.

La misma es producto de acuerdo entre distintos sectores del mismo grupo de poder enquistado en la universidad desde hace más de veinte años. Los mismos que trabajaron desde las ideas y la practica para destruir la universidad de los 60 y 70, la del debate, la construcción, el compromiso y la militancia para hacerla a la medida de sus negocios personales y corporativos con los grupos concentrados de la economia nacionales y extranjeros (para mencionar solo algunos “Bajo la Alumbrera” a la “Corporación Puerto Madero”, entre otros). Esta casta directiva, senil y mediocre quiere darse sita para autrenovar sus mandatos pero no esta dispuesta a cumplir con la Reforma de los Estatutos porque no esta dispuesta a discutir el ingreso, permanencia y egreso de un gran numero de compatriotas jóvenes a la universidad, ni esta dispuesta a ceder ni un poco en la autonomia para los negocios, y por sobre todas las cosas no va dar un paso atrás en la concentración del gobiernos universitario en las mismas pocas manos.

Es de público conocimiento que Hallú asumió un 16 de Diciembre de 2006 con la complicidad del gobierno nacional, en un contexto de caos y violencia cuya postal de fondo fue el congreso de la nación vallado, camiones hidrantes activados, federales con balas de goma buscando alcanzar a los estudiantes que afuera nos manifestábamos.

Este 14 de Diciembre a dos días de cumplirse tres años de su mandato, los estudiantes planteamos que ha quedado aun una gran deuda pendiente. Que la Democratización de la Uba es un debate esta atravesando a toda la comunidad universitaria en el conjunto de sus claustros y que no hay valla que detenga la voluntad de graduados, estudiantes y docentes pensando y construyendo una universidad publica, gratuita, de calidad, popular y latinoamericana.

La impunidad del adelantamiento de la fecha, de la exclusión de la reforma del estatuto del temario de este máximo órgano de gobierno universitario y de los “métodos para garantizar” la realización de la Asamblea, son la medida de lo que se viene. Nuestra firme oposición, la medida de la fuerza que tenemos para enfrentar la próxima gestión y avanzar hacia un proceso de transformación real y profunda de la función de la universidad y sus formas de gobierno.